miércoles, 24 de septiembre de 2014

La sordera crónica política en la era de las redes sociales

José Antonio Rodríguez Salas
Alcalde de Jun, Municipio de Granada, España

La sordera crónica política en la era de las redes sociales
En la era de las redes sociales resulta muy difícil poder disimular la miopía o sordera crónica política que muchos representantes públicos padecemos con el incipiente paso del tiempo. Aquellas promesas que realizamos en las típicas campañas de captación de votos se tornan en espacios borrosos de tímpanos insensibles que se alejan de una ciudadanía que entrega un poder a través de un cheque en blanco.
La política, especialmente la municipalista, no puede permitirse dejar de escuchar a esa ciudadanía que clama por ser atendida y mimada por alguien a quien confió su decisión en una sociedad en la que el político de turno suele recordar a aquellos dependientes de grandes almacenes que te sacan la mejor de las sonrisas al entrar al establecimiento y te olvidan en la mirada siguiente.
Hablamos en la mayoría de ocasiones de transparencia cuando aun todavía no nos hemos dignado a prestar atención a las inquietudes ciudadanas mas cercanas. Se trata de hacer comprender que la sociedad se construye entre gobernantes y gobernados huyendo claramente de otro tipo de escenarios.
Se trata de construir una sociedad en la que situaciones cotidianas como la “queja ciudadana” se puedan entender mas como un privilegio que como un acto negativo. Aquí, un verdadero líder político local percibirá que la escucha activa al localizar el problema supondrá una rápida medida de acción para resolver el asunto que terminará con un claro afianzamiento del ciudadano sobre el político que le escuchó y después dio respuesta, muchas veces pequeños problemas para el municipio pero que suelen ser problemas de consideración para el ciudadano que lo sufre.
Es aquí donde en mi artículo sobre “La Teoría de la Queja” manifestaba que en los países latinos no sabemos quejarnos eficazmente. Acostumbrados a no ser escuchados, cuanto tenemos cualquier problema nos vamos al bar mas cercano y hablamos mal del alcalde o político que corresponde y realizamos un deporte muy satisfactoria que se denomina fogar. Hemos fogado productivamente pero no hemos sido eficaces porque el problema seguirá estando en el mismo lugar sin resolver.
Las redes sociales de los políticos no pueden ser por tanto un teletipo en ciento cuarenta caracteres de la institución o el partido político al que representan. Tienen que ser sin duda un lugar para escuchar, procesar y reaccionar respondiendo eficazmente a una ciudadanía que exige claras muestras de que la eliminación de la burocracia no se construye creando otra suerte de burocracia electrónica. Pero esto será tema, para un artículo posterior.
José Antonio Rodríguez Salas
Alcalde de Jun
@JoseantonioJun
Vocal Nuevas Tecnologías y Sociedad de la Información
Federación Española de Municipios y Provincias

No hay comentarios: